Se me ha ocurrido experimentar con diferentes tipos de granos o semillas que tenía en la despensa para hacer un pan directamente en panificadora. Hoy no me apetecía encender el horno ni traspasar masas a un molde....así que he elegido la vía fácil.
Las cantidades dadas de granos o semillas no se utilizan en su totalidad, sino sólo la mitad; la otra la guardamos y nos servirá para el próximo pan. Así nos evitamos medir y moler al menos una vez de cada dos.
Aunque el pan es oscuro, he utilizado mi masa madre "blanca" y no la de centeno. Una vez más, la masa madre es ingrediente esencial. No me cansaré de aconsejarlo: vale la pena hacer masa madre, se hace una vez y se tiene para siempre, si se cuida bien. Añadiendo masa madre a la harina, como una parte líquida o semilíquida más y sin necesidad de hacer ninguna masa previa o poolish (aunque sea una opción perfectamente válida), se consigue un pan a prueba de todo. Con masa madre no hay panes que no suban, no hay panes hundidos en el centro... y el sabor mejora muchísimo. Nuestra masa madre vive en la nevera y no nos pide más que un poco de alimento de vez en cuando: harina, agua, ocasionalmente un poco de azúcar... y ella feliz y activa.
INGREDIENTES:
Una tacita de café de cada uno de los siguientes ingredientes:
Trigo sarraceno
Mijo
Trigo partido
Café recién hecho pero ya tibio
Semillas varias: calabaza, girasol, sésamo, lino marrón, lino dorado...
Leche entera tibia
Y además:
Un vaso de 240 ml de harina integral
Dos vasos y medio aproximadamente de harina de fuerza
Unos 15g de levadura fresca
Una cucharadita de azúcar
Una cucharadita colmada de sal
Unos 75 ml de masa madre
ELABORACIÓN
Con el molinillo de café, sin preocuparnos de si en él queda algún resto de café molido, molemos sin llegar a pulverizarlos del todo los siguientes ingredientes: el trigo sarraceno,
el mijo, aquí ya molido,
y el trigo partido.
A medida que vamos triturando, juntamos los ingrediente en un bol; si tuviéramos un molinillo grande podríamos naturalmente molerlos todos juntos. Lo ideal sería, claro, un molino para cereales.
Añadimos después a este bol la mezcla de semillas enteras y la sal. Esto será una parte de los ingredientes sólidos de la receta.
Ya que vamos a usar sólo la mitad de estos granos, tenemos la precaución de mezclarlo todo bien
Preparamos una mitad y guardamos la otra. Nos sale medio vaso.
Preparamos los ingredientes líquidos: primeramente disolvemos la levadura en la leche tibia y le añadimos el azúcar.
Después le añadimos la tacita de café.
Mirad lo que le falta a la jarrita (de 250 ml) para estar llena: esta será aproximadamente la cantidad de masa madre que añadiremos.
Vertemos la leche con levadura y café en la cubeta, y a continuación la masa madre:
Agregamos ahora los ingredientes sólidos: mezcla de granos y semillas,
una medida (240 ml) de harina integral y aproximadamente dos medidas y media de harina de fuerza. No ponemosestas medidas de harina de fuerza de golpe, sino primero una y luego por partes el resto, para comprobar la harina que nos pide la mezcla líquida. Tiene que quedar, como siempre, una bola que no se despegue de las paredes de la cubeta.
Siento no tener fotos de esta última parte del proceso...se me descargaron las pilas de la cámara.
Conectamos el programa 13 y lo dejamos hacer. Y ya está. Voilà, una barra de pan especial rústico en poco más de dos horas. Es un pan muy vistoso; los granos semitriturados aflorar a la superficie de la corteza y le dan un aspecto bastante peculiar.
El pan todavía en la panificadora:
Y ya sacado:
La miga, blandita y con el punto justo de humedad:
Esta foto es del día siguiente: la miga se ha secado un poco y esponjado. Para mi gusto está mejor:
Y para acompañar la cena...
ESCRÍBEME
viernes, 19 de septiembre de 2008
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