Hoy tenemos un pollo asado ligero, sin apenas más grasa que la propia y además horneado sobre una parrilla para que gran parte de la grasa vaya a parar a una bandeja con agua que, además, le da una jugosidad especial al ave.
INGREDIENTES:
Un pollo limpio
Sal, pimienta
Ajo en polvo
Hierbas secas al gusto (hoy hemos utilizado orégano)
Una cucharadita de aceite de oliva extra virgen.
ELABORACIÓN
Lo primero que haremos, quince minutos antes de empezar, es calentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo y colocar en su parte inferior una bandeja con agua.
Con un cuchillo adecuado, abrimos el pollo por la mitad a lo largo:
Lo despojamos de las partes grasas que tiene en el interior
Y lo condimentamos con sal, pimienta, ajo y hierbas tanto por dentro como por fuera. La parte de la piel la frotaremos con el aceite de oliva antes de condimentarla.
A continuación colocamos el pollo en el horno, encima de la parrilla a a altura media, sobre la bandeja llena de agua.
Muy pronto podremos ver como gran parte de la grasa del pollo cae sobre el agua de la bandeja formando goterones
Una vez transcurridos 45-55 minutos el pollo estará hecho.
Esta primera vez hemos olvidado fotografiar el pollo entero recién sacado del horno; prometemos a partir de ahora no olvidarnos más; valga por ahora esta mitad que nos ha sobrado, fotografiada por partida doble:
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