La polenta una vez elaborada al modo convencional, en forma de bloque que suele cortarse a cuadraditos, se puede tomar tal cual, freír u hornear. En esta receta se hornea en el horno de cristal a turboconvección (halógeno) y queda jugosa y crujiente al mismo tiempo.
La base de polenta la preparo siempre en el crockpot, ya que nos exime completamente de vigilar o remover.
INGREDIENTES
2 vasos de maíz para polenta
6 vasos y medio de agua
2 cucharaditas de sal
1 cucharadita de pimentón de la Vera
Pimienta negra recién molida
Un puñadito de nueces picadas gruesas
10-12 aceitunas negras cortadas a rodajitas
Salsa de tomate al gusto, unos 200ml. Yo usé una combinación de boloñesa y salsa de tomate
Unos cuantos tomates secos cortados a trocitos (yo los conservo en aceite de oliva con ajo, y los tomo directamente del tarro sin escurrir)
Sal, pimienta recién molida, piñones
Queso mozzarella
ELABORACIÓN
Primero preparamos la polenta. Ponemos a calentar siete tazas de agua (un litro y medio y algo más)
y conectamos el crockpot en High para que se vaya calentando.
En el crockpot introducimos todos los ingredientes: primero los dos vasos (volumen de medio litro) de polenta, la sal y el pimentón de la vera. No escatimar sal, ya que la polenta saldría sosa.
Después añadimos el agua, que estará a punto de hervir, y removemos:
Ahora vamos a dejar el crockpot en High durante dos horas y media o tres, al cabo de las cuales nos encontraremos con esto:
Puede que se haya formado algo de grumo si no hemos tenido la precaución de remover a mitad de cocción, pero batiendo vigorosamente con el cucharón lo solucionamos. Vertemos luego la mezcla en una bandeja grande y engrasada, donde podamos luego cortar directamente la polenta.
Tapamos la bandeja con papel film y la dejamos durante unas horas en el frigorífico para que se endurezca. Se conserva hasta varios días, no hace falta usar toda la polenta de una vez.
Por cierto, que el crockpot se limpia muy fácilmente llenándolo inmediatamente de agua tibia y retirando los restos de polenta con un estropajo o cepillo.Pero no debemos dejarlos secar y endurecer.
Una vez tenemos la polenta ya con una consistencia firme, la cortamos a nuestro gusto y la pintamos generosamente con aceite de oliva virgen. Después la ponemos sobre la parrilla superior de nuestro horno de turboconvección, previamente precalentado a la temperatura máxima, bajamos la temperatura a 200 grados y dejamos que se dore unos 8 minutos por cada lado.Tiene que dorarse un poco y tomar aspecto de frita.
Mientras la polenta se "fríe" en nuestro horno, mezclamos todos los ingredientes de la salsa: salsas de tomate, nueces, aceitunas, tomates secos, sal, pimienta.
Después montamos la bandeja que irá al horno. Mejor que sea la bandeja que llevaremos a la mesa, ya que queda muy bonito sin desbaratar la preparación tal como sale del horno. En esta bandeja, engrasada, pondremos más o menos 2/3 de la salsa y encima la polenta:
Después añadiremos el resto de la salsa, mozzarella, piñones y pimienta negra recién molida gruesa:
Lo pondremos en el horno igualmente a 200 grados sobre la parrilla alta, hasta que la salsa se haya calentado y el queso esté fundido.
Y ya tenemos nuestra polenta lista para comer. Hay que servirla inmediatamente.
Para hacer esta receta me he inspirado en el fantástico libro de Norma Miller The Halogen Oven Cookbook.
ESCRÍBEME
sábado, 4 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario