PAN EN MOLDE DE SILICONA... ESPECTACULAR

Vaya sorpresa que me he llevado..Tenía de hacía tiempo un molde de silicona de los que se usan para cocinar al vapor en el horno...y  la verdad es que sólo lo había usado una vez porque prefiero el método tradicional de la vaporera. Pero me  rondaba por la cabeza hornear alguna masa,  pan o bizcocho, en este molde. Así que al fin lo he probado...y los resultados han sido fabulosos. Con exactamente la misma receta de pan que siempre uso (por cierto, sólo harina de calidad, agua, levadura, sal y azúcar) se obtiene un pan con muchísimo mejor sabor y de un aspecto inmejorable...hasta profesional. No sé por qué, pero así es.

Para el amasado he utilizado la panificadora, en este caso la Chefomatic, en el programa 13, que es el que hace masas para hornear después fuera de la máquina. También, en un aspecto, me inspiré en el famoso Pan Cinco Minutos, que no se amasa en absoluto. Veréis en las fotos que una vez formada la  masa, la saco de la máquina y la coloco en el molde sin apenas tocarla...y la introduzco en el horno a muy baja temperatura para que vaya creciendo.

Pero vamos ya con la receta. Como medida utilizo vasos medidores de volumen, uno de litro y otro de 300ml; el primero es para la harina y el segundo para el agua. Son las mismas medidas que utilizo para hacer un pan grande,de unos 700 gramos, en la panificadora. Si lo queréis hacer más pequeño, de unos 500 gramos, las medidas serían 1 parte de líquido para tres de sólido. Aparte, la levadura, el azúcar y la sal.

INGREDIENTES

1 medidor de litro (o cuatro de 250ml) de harina de calidad (Harimsa Fuerza es estupenda)
1 medidor de 300ml de agua
1 cucharadita de postre de sal
1 cucharadita de postre de azúcar
2 cucharaditas y media (medida de la chefo) o 3 de levadura seca de panadero.

ELABORACIÓN

Ponemos en la panificadora, con la pala, el agua, el azúcar, la sal, la harina y, en un hoyito, la levadura.
Conectamos el programa 13, para elaborar masa, y lo dejamos hacer.
Cuando la máquina ha realizado ya el segundo amasado, la masa está lista para sacarla.
Os la enseño para que veáis que, para este pan, procuro que la masa no sea en exceso dura...aunque tampoco debemos permitir que al amasarse se quede pegada en las paredes de la cubeta.Por supuesto, para conseguir esta consistencia muchas veces debemos añadir un poco más de harina o de agua sobre la marcha.

Como veis la masa, al ser algo blanda, ha dejado restos en la cubeta, pero al mismo tiempo ha conservado su forma.

Esta masa la pondremos en nuestro molde de silicona, que previamente habremos untado de aceite de oliva virgen y enharinado. Con la silicona, esto no es imprescindible, pero yo lo hago porque el sabor del pan mejora y también su aspecto.

Colocando con cuidado la masa en el molde...

La extiendo un poco sin amasar ni apretar, le hago unos cortes y la enharino:

(Es importante no llenar demasiado el molde; siempre es mejor que la masa al crecer no llegue a llenarlo (el pan quedará precioso de todas maneras), a que, por el contrario, durante el levado rebose fuera del molde y nos pringue el horno...Por si acaso, yo la primera vez que hice el pan lo horneé sobre bandeja, no sobre parrilla.  Si veis que os ha salido mucha masa, usad sólo una parte para que el molde contenga más o menos la cantidad de masa que se ve en la foto. Este molde, por cierto, es de tamaño familiar; el más pequeño no admite tanta masa.)

Sigamos con la receta. A continuación tapo con sus  "alas"  el molde y  lo llevo al horno, que enciendo en ese momento, a 90 grados, con calor abajo y arriba. A los 30 minutos a esa temperatura la masa debe haber subido y haber tomado ya forma de pan bonito...No os preocupéis, podéis abrir el horno un momento y levantar la tapa para comprobarlo. Si no ha subido lo suficiente, dejadlo más tiempo.  Luego aumentáis la temperatura del horno a 250 grados y dejáis hacer el pan hasta que esté hecho. Hélo aquí:

Si habéis mantenido la tapa bajada todo el tiempo en el horno, la corteza os quedará consistente pero no dura; si la queréis más crujiente y de pueblo, terminad de hornear el pan abierto.

Por debajo queda también perfecto, ahí sí ya con una suela perfecta:

El corte:

El procedimiento que he descrito es el que suelo usar...pero si un día puedo, me tomo mi tiempo y entonces obtengo esta fantástica miga:

El secreto está en el levado: no saquéis la masa tan pronto de la panificadora, dejad que ésta haga subir el pan. Luego sacadlo sin cuidado sin amasar (no dejéis que la máquina lo desgasifique), colocadlo en el molde y al introducirlo en el horno ponedlo sólo a 60 grados; dejadlo hasta que haya subido (tardará más tiempo) y proceded tal como he indicado.

No sé si se aprecia del todo que la superficie de este otro pan no quedó igual; podemos experimentar con los cortes que le hagamos en la superficie, o no hacer ninguno...Así obtendremos panes con diferente aspecto...aunque siempre igual de ricos.

En resumen, mi consejo: haced vuestra receta habitual de pan dentro de un molde de silicona tapado...y ya me contaréis.